lunes, 20 de enero de 2014

Cristina + Berni + Milani: ajuste y represión

Hace un mes, el último acto oficial de la presidenta fue el ascenso a teniente general dal jefe del Estado Mayor del Ejército, Milani. Después se borró, gobierna sin dar la cara.
Milani está acusado de torturas y secuestros durante la dictadura, y de corrupción. Cristina K impuso su ascenso pese a ser cuestionado por gran parte de los kirchneristas, y prorrogó el Operativo Fortín 2 hasta diciembre del 2014, de participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico. La Constitución y varias leyes prohíben esa participación. Basta con ver lo que pasó en las revueltas policiales, para saber cómo terminan las cúpulas de las fuerzas del aparato del Estado que se involucran en esa lucha.
La decisión inconstitucional de Cristina K le permite al gobierno consolidar a los 32.000 gendarmes como una fuerza policial móvil, lo que también es inconstitucional, ya que las saca de su misión en las fronteras. El abandono de las fronteras fue clave para convertirlas en un “colador” que hizo de la Argentina el tercer exportador de cocaína del mundo (según las Naciones Unidas). Las unidades de Inteligencia (Milani ya creó una en Tartagal) y operativas (con vehículos blindados Hammers), serían la “reserva estratégica” de la represión al pueblo.
Milani negocia la compra de 35 Hummers, a través del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Las compras a los yanquis se hacen utilizando la Alianza extra OTAN, el pacto de humillación nacional firmado por Menem con los yanquis. Después, el ministro de Defensa, Rossi, desmintió: ¿usarán un “intermediario” que encubra al odiado Comando Sur yanqui?
Fuente: Hoy N° 1502